COSTILLA AL HORNO AL VINO BLANCO Y MIEL DE ROMERO

Bueno, después de más de un año sin presentar ninguna receta, me reestreno con este sencillo plato para degustar en cualquier época del año. Generalmente cocino para dos, bueno a veces para uno, pero este es un plato que bien se puede desfrutar en familia y/o amigos, una gran ensalada fresca, unos pimientos del piquillo a la cazuela, un buen vino y una tabla de quesos de postre. Y después de todo esto... un buen paseo para tener la conciencia tranquila.

INGREDIENTES

• Costilla de cerdo (2 pax)
• 2 dientes de ajo hermosos
• 1 vaso de vino blanco
• 3 cucharadas de miel de romero.
• Sal y aceite de oliva virgen extra

PREPARACIÓN

Trocear las costilla y sazonar. Precalentar el horno a 180 º C.

Picar los ajos en trozos pequeños. Mezclar en un bol, 2 cucharadas de AOVE, los ajos picados, un vaso de vino blanco y 3 cucharadas de miel de romero. Hubiera añadido alguna otra especia, pero hubiera encontrado alguna queja a la hora de comer.

Poner la costilla en una fuente de hornear. Impregnar los trozos con la mezcla y después verter el resto y tapar con papel de aluminio, por ejemplo, para que vaya macerando. Dejar un par de horas.

Retirar y reservar el exceso de la mezcla de la bandeja, sólo el liquido. Dejar los ajos. Colocar los trozos con la carne hacia arriba. Hornear durante unos 20 minutos. Hidratar la costilla con la mezcla que habíamos reservado y dar la vuelta. Cuando haya tomando color, darle la vuelta otra vez y volver a hidratar dejando que se dore.

Vamos a presentar la costilla en la mesa en otra bandeja, que habremos metido unos minutos en el horno para que se caliente y así se mantenga mejor la temperatura.

Añadir un poco de agua en la primera bandeja para sacar los jugos. Nos ayudamos de una espátula y los añadimos sobre la costilla. 

Si fuera necesario podemos meter un par de minutos la costilla de nuevo en el horno a baja temperatura y a la mesa. Terminamos de preparar la mesa y a chuparse los dedos.

Esta costilla la he acompañado de unas patatas fritas cortadas en dados o criscadas y hecha a fuego medio para que se hagan bien por dentro y no se quemen por fuera. También la he acompañado de un pisto que tenía preparado.